Transferencia (proyecciones de una niña ambivalente)
Se sentó junto a la muñeca. Examinó su cabello, sus ojos cerrados y, sobre todo, su sonrisa. Esa que falsamente se le extendía sobre el rostro, como si en verdad no tuviera ganas de gritar, como si estuviese satisfecha y confortable en su turbulento mundo interno. La odió. Estaba harta de ella, de que amara lo que odiaba de manera intensa, de que deseara con fuerza aquello que al mismo tiempo repudiaba, de que fuera tan irracional y ambivalente. La arrojó por la ventana. A los 10 minutos fue a buscarla, porque la quería de vuelta.
María Carolina Riveras
María Carolina Riveras
1 commentaires:
"olii no tengo na q decir"
hahaha
nah me guto lo que publicó
un besito
Auf ^^
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