il ritorno

Sí, hermanos, perdí toda dignidad. El cuadro aún está donde mismo, y vuelve a acariciar cada fantasma que provoca taquicardias, cada fantasma en su estado de misteriosa felicidad, cada fantasma que deja cebollas en mis ojos.

Leí que Visviri publicó la semana pasada lo siguiente

No se hará nada.
Es decir, nos acercamos a lo divino.

Feliz nada.
Enjoy.

En cierto modo, esa nada que espero encontrar en los bosques y las cavernas (ya no las de antes, sino las de mármol), la nada que me inspirará con nuevos aires y nuevas historias (si el bloqueo no me llega como siempre), la nada que se confunde con la paz que requiero para contemplar sus misterios deslumbrándome con sus veintiocho hermosas perlas que ahora sabe cuidar por su propia cuenta.

Y a ti, por sobre todo, gracias
Auf wiedersehen